En la vida de Teodoro no todo es color de dragón. Se fue de la caverna de su madre cansado de los caballeros rostizados y las princesas al escabeche, para construir un hermoso jardín florido. Pero su alergia al polen solo le permitió tener yuyos, piedras y un cactus lleno de espinas llamado Ruben. Y cuando parecía acostumbrarse al jardín sin flores, que cuidaba día y noche, lo sorprendió una extraña gardenia que parecía un helicóptero. ¡Justo el día en que la madre iba de visita para intentar convencerlo de volver a casa! Tal vez su esencia de dragón, el fuego interior y un nuevo personaje minúsculo con mucho carácter lo ayuden a solucionar su alergia al polen.