Ante el horrendo genocidio del Holocausto, en el que las víctimas fueron en su mayoría judías, se realizaron investigaciones exhaustivas sobre tan atroz crimen, pero ¿acaso se hicieron estudios profundos sobre la ayuda o las relaciones de las empresas y las personalidades —actualmente respetables— de Alemania y de los Estados Unidos con la Alemania nazi? Este libro es mi pequeño aporte para esclarecer su historia. Previamente escribí `Nazismo. Respuestas claves para conocer mejor su historia” y “Pío XII, Historia y memoria. Críticas y Defensas`. Con todos mis trabajos de investigación y recopilación de datos referidos al nazismo, no puedo llegar a entender cómo es posible que la catástrofe ocurrida haya sido olvidada, habiendo transcurrido solo setenta años. Fue un pueblo perseguido durante milenios, y lamentablemente lo será en el futuro, porque siempre habrá antisemitas que nieguen su existencia. Analizando las empresas, tanto alemanas como norteamericanas, así como sus personalidades, ahondé en un tema que no es muy conocido, como la indiferencia de dichas compañías, que miraban para otro lado cuando todo ocurría delante de sus ojos. Aquella indiferencia hacia nuestra lucha constituía el peor insulto de todos, como escribió Eva Weaver en su libro Todo lo que cabe en los bolsillos. Cabe preguntar entonces cómo es posible que entre los siglos XX y XXI haya habido empresas que trabajaron, idearon y realizaron productos específicamente dedicados a la destrucción de la vida humana, sin importarles para nada lo que no fuera un buen negocio.