A la luna, a la luna, se repite Pedrito en su cabeza. Daba vueltas y siempre volvía a lo mismo, “A la luna, a la luna”. Hasta que un día alguien que canta en todos los idiomas le dijo: Te ayudaré Pedrito, y desde ahí comenzó la gran aventura. ¿Te animás a acompañarlo? ¡Buen viaje!