¿Qué argentino no se siente dios? ¡Si Dios es argentino…! Solemos endiosar la letra escrita, las marcas, los cargos, los figurones, los ídolos de cartón, la banalidad decadente, las revistas para analfabetos llenas de fotos bobas, y a los aburridos con fundamento. Por lo tanto, este libro tendrá una amplia difusión, convoca por su verdadero nombre a todo el censo nacional, aunque muchos son los llamados y pocos, los elegidos.